El apagón en España: Cuando el trabajo presencial se detuvo y los nómadas digitales se salvaron
6 de Mayo de 2025
Hace unos días, España vivió un apagón que dejó sin electricidad a millones de personas en distintas regiones del país. Más allá del impacto inmediato en hogares y servicios, el evento dejó una lección muy clara en el ámbito laboral: el modelo tradicional de trabajo presencial es vulnerable. En contraste, los nómadas digitales, que trabajan de forma remota desde cualquier parte del mundo, lograron adaptarse con rapidez y en muchos casos, continuar sin interrupciones.
Durante el apagón, oficinas enteras quedaron inoperativas. Sin luz, sin acceso a internet y con el transporte público paralizado, miles de trabajadores se vieron forzados a detener sus actividades. Las empresas con una cultura laboral centrada en el presentismo se encontraron de golpe con una realidad incómoda: sin infraestructura física, sus operaciones no pueden sostenerse.
Mientras tanto, los nómadas digitales parecían vivir en otra dimensión. Acostumbrados a la movilidad, muchos ya trabajaban desde lugares no afectados por el apagón. Otros se las arreglaron para trasladarse a zonas con energía, encontrar cafeterías o coworkings con generadores o conectarse mediante datos móviles. Su mentalidad flexible y su dependencia mínima de entornos físicos fijos les permitió mantenerse productivos.
Lo ocurrido no solo fue un fallo eléctrico; fue una sacudida a la forma en que entendemos el trabajo. El apagón funcionó como un experimento forzado que demostró que el futuro laboral no está en la oficina, sino en la adaptabilidad.
Las empresas que aún dudan sobre implementar políticas de trabajo remoto o híbrido podrían tomar nota. En un mundo donde las crisis, desde pandemias hasta apagones, pueden surgir sin previo aviso, los modelos laborales flexibles no son solo una ventaja competitiva, sino una necesidad.
Sin embargo, nuestras aplicaciones que depende del internet. Por ejemplo: En Time Laboris, los trabajadores podían seguir fichando sin conexión, ya que la app guarda la acción y luego al volver el internet se actualiza y sube la información al servidor. En cuanto a NetContrata y el resto de aplicaciones que son app de escritorio, tuvimos una caída en las comunicaciones con SEPE, Sede Electrónica, etc. Sin embargo, no afectó en los procesos técnicos de la herramienta a la hora de contratar.